Hoy os voy a enseñar una forma muy fácil y bonita de hacerse una pulsera.
Cuando era pequeña me encantaba hacer pulseras de hilo trenzadas y se las vendía a los conocidos. No recuerdo cuantas hice, pero me divertía mezclar los colores y que la gente me las pidiera.
Así que, esta vez, como recuerdo de aquellos tiempos, he hecho una pulsera trenzada pero un poco más elaborada y con un material que me gusta mucho: la antelina.
Este invierno me he dedicado a buscar diferentes colores de este material y tengo una amplia gama. ¡Me encanta!
Para los que no os guste este material, ya sabéis que podéis hacerlo con el material y los colores que más os gusten.
Si os gusta, este material lo podéis encontrar en un montón de sitios. En las tiendas de" todo a 100" los hay en bastantes colores a muy buen precio, pero si lo queréis de mejor calidad, os recomiendo que miréis en tiendas de manualidades, hay más gama de colores y no sale mucho más caro.
También necesitaréis anillas y un broche del mismo color que los terminales para poder abrocharla.
PASO A PASO:
Cortad un trozo de cada color de al menos doble de lo que mide vuestra muñeca.
Sujetad las cinco hebras a un soporte con una pinza. Yo he utilizado como soporte un cartón.
Empezamos con la trenza:
Una vez alcanzado el tamaño de nuestra muñeca (menos 2 cm que dejaremos para el broche), nos quedará algo así:
No os preocupéis si tiene algunos fallos, cuando esté terminada, la acomodaremos.
Cortamos los sobrantes y rematamos los extremos cosiéndolos con hilo de un color parecido. Esto no es necesario porque los terminales son dentados, pero así nos aseguramos de que no se suelte con el tiempo.
Colocamos los terminales apretándolos con unos alicates y asentamos la trenza.
Por último le ponemos el broche con ayuda de unas anillas y, si queréis, podéis ponerle algún colgantito como he hecho yo.
Bueno, y ¡ya está!
Os enseño alguna que he hecho con más hebras y en otros colores.
Espero que os haya gustado.
Un beso muy fuerte.
No hay comentarios :
Publicar un comentario