¿Que tal se presenta el verano? El mío lleno de planes y nuevos proyectos.
Esta vez continuamos con la serie de complementos de bisutería que iniciamos hace unas semanas, que veo que os gustan bastante este tipo de entradas... Así que...¡nuevo tutorial!
Esta vez es muy sencillo pero algo laborioso aunque, con mi ayuda, lo conseguiréis seguro.
Mi inspiración, esta vez, han sido la gran cantidad y variedad de collares de flecos que han salido. Ya que se han convertido en casi un must de este verano, es raro no encontrarlos en alguna tienda que tenga complementos.
He de decir que empecé este proyecto con muchas dudas porque al principio, cuando los veía en las tiendas, me recordaban a los trajes de flamenca y me parecían un poco raros. Pero el resultado ha sido espectacular, llama la atención por sí solo y resalta cualquier look con el que lo llevemos.
Yo he buscado por las tiendas y reunido una serie de collares para inspirarme. Pero he de deciros que hay muchos por ahí, yo he escogido los que más me han gustado.
Los hay en muchas versiones, desde los que llevan flecos de hilos (tipo flamenca) hasta los que incorporan a sus flecos abalorios, desde los mas largos a los más cortitos. Los hay con muchos flecos o solo con unos poquitos, con acabado recto o en pico, lisos, bicolores, multicolores con estampado étnico...
Así que, si pensabais que nos os gustaban, seguro que encontráis alguno que se adapte a vuestros gustos.
Vamos con los materiales y el procedimiento:
El collar que yo he elegido lleva una cadena forrada con macramé y los flecos van forrados de rocalla (bolitas) porque, por si no os habéis dado cuenta a estas alturas, me apasiona trabajar con rocalla y también con hilos y nudos. Desde pequeña hago cosas con estas dos técnicas y en este blog, seguramente las sacaré bastante a menudo.
Bueno, empezamos haciendo una especie de boceto del collar que queremos en papel o mentalmente. Yo lo quería terminado en forma de pico, de unos 15 cm de largo y en varios colores que formasen líneas visuales según iba disminuyendo el tamaño de los flecos. Todo esto, implica una mayor dificultad, si lo queréis hacer más fácil, hacedlo recto y ya está.
Cogemos la cadena, yo la he reciclado una de otro collar. Debe ser de eslabones planos si queréis forrarla con macramé. Medimos el contorno de nuestro cuello y la cortamos con esa medida. Al ser tan largo es mejor que nos quede pegado al cuello.
Cortamos un hilo de cada color de 1,5 metros, los anudamos a un eslabón que esté a unos 5-6 cm del extremo. Ponemos una gotita de pegamento fuerte sobre los nudos para que no se nos deshagan en el futuro.
Vamos a sujetar la cadena en algún sitio y a realizar nudos alrededor de ella. Es igual que cuando hicimos la pulsera de la amistad pero el cabo central será la cadena, así que, con cuidado, vamos colocando bien los nudos.
Una vez terminado (a unos 5-6 cm del otro extremo), anudamos a otro eslabón y volvemos a echar pegamento. Queda una base bastante bonita que podéis utilizar para otros collares.
Bien, ahora vamos a colocar los flecos, cada uno está formado por dos trozos de hilo de 50 cm. Para colocarlos necesitaremos una aguja para introducirlos a través de las lazadas laterales del macramé que hemos hecho.
Yo he puesto 25 flecos, he calculado la mitad de la cadena más o menos y he puesto el primero, a partir de ahí, hay que colocar 12 a cada lado.
Una vez hecho esto, juntamos las puntas de nuestros flecos y las unimos y enrollamos con ayuda de pegamento de barra. Las dejamos secar y quedarán duras para poder introducir mejor las bolitas.
Si tenéis aguja fina especial para rocalla será más fácil, pero yo no tengo, los agujeritos de la rocalla son demasiado pequeños para mis agujas.
Ese fleco será el que mida 15 cm.
Iremos disminuyendo las bolitas de dos en dos, de la parte de arriba y del centro y de la misma forma a cada lado de ese fleco.
Como podéis ver, yo le he introducido abalorios en forma de bastón para que las líneas visuales fuesen más evidentes.
Cuando hayáis terminado de rellenar cada fleco, hacedles una lazada a medio terminar. De esta forma la rocalla no se saldrá y siempre podréis rectificarlo sin tener que romper el fleco.
Para que me fuese más fácil, yo sujeté la cadena con unos alfileres a un cojín. Así es más fácil ver si queda en forma de pico.
Y este es el resultado.
Cuando ya lo tengamos como nos gusta, hacemos un nudo el final del fleco, justo después de la última bolita, pero dejando un milímetro o así.
No apretéis el nudo para que quede justo al final o el fleco se curvará y podría romperse.
Echad una gotita de pegamento fuerte en cada nudo y cortad los sobrantes de hilo.
¡Ya casi lo tenemos!
Sólo nos queda ponerle el broche en uno de los extremos y una anilla en el otro, con la ayuda de unos alicates.
Yo, además, le he puesto a la anilla del final, una cadenita más fina para poder regularme el largo del collar si me apetece.
Et voilà, c'est fini!
No sé a vosotros, pero a mi me encanta el resultado. He de decir que es más fácil de lo que parece (es más fácil hacerlo que explicarlo).
Podéis hacerlo con los colores que más os gusten, probad con distintos esquemas. Yo estoy ya pensando en hacerme uno en colores naranjas y rojos, ya os lo enseñaré.
Ya sabéis... ¡A lucir escote este verano! ;)
Si tenéis alguna duda no dudéis en preguntarme o enviarme un correo.
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Un besito a tod@s, gracias por verme.
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